Boletín de intercesión Septiembre 29

Delante del trono de nuestro Padre pedimos perdón por  la división en la iglesia que nuestra inmadurez ha causado. Reconocemos que hemos sido orgullosos y hemos quitado muchas veces los ojos de Cristo para ponerlos en nuestro propios imperios personales. Hoy reconocemos al cuerpo de Cristo como el único diseño verdadero para la iglesia, donde la cabeza es Cristo y todos nos sujetamos a él recordando que también somos miembros los unos de los otros y no podemos prescindir de ninguno llamado por el Señor. Esto con el entendimiento de que la divisiones que vemos en la nación, la polarización y demás manifestaciones de ponerse unos contra otros es un reflejo de muchas actitudes erradas que tiene la iglesia de Colombia.

Oramos al Padre renunciando a toda sensación de superioridad y de individualidad que nos hace pensar que no necesitamos de los demás hermanos en la nación, que sólo unos pocos tiene la verdad. Dios nos hizo sus hijos y al ser cuerpo no podemos olvidarnos de ningún miembro. Clamamos por  la  nación  Primicia  para  que  no  se deje confundir en divisiones políticas porque la única verdad es Cristo y en él está el reflejo del Padre de las luces de quien desciende toda dádiva y don perfecto y la verdadera unidad.

Hoy reconocemos a Cristo en nuestros hermanos y  cómo  él  se  ha  derramado  en todos los que  tienen  testimonio  del  Espíritu  Santo  de  Salvación  y  nuevo nacimiento. Tener una posición en la iglesia nos lleva a ser siervos los unos de los otros y no a tener control sobre las personas, sino como nuestro Señor Jesús está para servir y no buscan ser servidos. Queremos ser tu casa Señor, tu templo vivo, sabemos que no buscas habitar en templos que se enaltecen a sí mismos sino que son humildes y contritos de corazón.

Isaías  66:1-2. Así dice el  Señor: El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies ¿Dónde, pues, está la casa que podríais edificarme? ¿Dónde está el lugar de mi reposo? Todo esto lo hizo mi mano, y  así  todas  estas  cosas llegaron a ser —declara el Señor. Pero a éste miraré: al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.

1 Corintios 1:10-15. Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos os pongáis de acuerdo, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo sentir y  en  un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay contiendas entre vosotros. Me refiero a que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo, yo de Apolos, yo de Cefas, yo de Cristo.

¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? Doy gracias a Dios que no bauticé a ninguno de vosotros, excepto a Crispo y a Gayo, para que nadie diga  que fuisteis bautizados en mi nombre.

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Iglesia Cristiana en Barranquilla, Casa de Fe y Obediencia.