
La Corte Constitucional de Colombia amplió el pasado 22 de julio los requisitos para acceder y practicar la eutanasia en el único país de América Latina donde está despenalizada. La Corte decidió que «no se incurre en el delito de homicidio por piedad» cuando la eutanasia se practica a un paciente que «padezca un intenso sufrimiento físico o psíquico, proveniente de lesión corporal o enfermedad grave e incurable», mientras el procedimiento sea efectuado por un médico y bajo «el consentimiento libre e informado» del enfermo. «El sujeto puede ejercer su derecho a morir dignamente sin que (…) sea penalizado el médico que acude en apoyo del paciente para protegerlo del sufrimiento y preservar su dignidad”. Los magistrados exhortaron al Congreso para que legisle sobre la eutanasia «con miras a eliminar las barreras aún existentes».
Padre denunciamos delante de tu trono de justicia a los magistrados de la Corte Constitucional de Colombia que fallaron a favor de extender la eutanasia a otras situaciones bajo el concepto de sufrimiento físico o psíquico que en últimas puede ser cualquier cosa desde la subjetividad de cada individuo y abrió el camino para que se cometan dos pecados contra el cuerpo el suicidio y el homicidio. Te pedimos perdón por desconocer que tú eres el dueño y dador de la vida, que solo tú decides el número de nuestros días, perdón por no mirarte con fe en medio de toda circunstancia adversa, sabiendo que tú eres nuestro oportuno socorro y aun las pruebas más difíciles no se escapan de su señorío y propósito. Sea la luz en el Congreso de la República, las cortes de nuestra nación y en cada ciudadano de Colombia, sea el temor de Jehová encendido en cada uno. En el nombre de Jesús amen.
1 Corintios 6:19-20: “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
Eclesiastés 7:17: “No seas demasiado impío, ni seas necio. ¿Por qué has de morir antes de tu tiempo?”
Eclesiastés 8:8: “No hay hombre que tenga potestad para refrenar el viento con el viento, ni potestad sobre el día de la muerte; y no se da licencia en tiempo de guerra, ni la impiedad salvará a los que la practican”.
Job 12:10: “Que en su mano está la vida de todo ser viviente, y el aliento de toda carne de hombre”.
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Iglesia Cristiana en Barranquilla, Casa de Fe y Obediencia.