
La inseguridad que se ha presentado en diferentes ciudades, ha impulsado diversas propuestas para abordar el tema: ciertos concejales están sugiriendo la legalización del porte de armas y la contratación de seguridad privada para las ciudades.
Sin embargo, que en la ciudadanía se deposite la administración de justicia solo iniciaría y perpetuaría un círculo de violencia al avalar que las personas no vayan ante las entidades correspondientes, y así se desarrollen los procesos pertinentes para llevar a una persona a juicio. Hay un riesgo muy alto de caer en acciones de venganza, de víctimas inocentes, entre otros.
Como Iglesia, le recordamos a la nación que el único que imparte Justicia y de quien es la venganza del Señor, y que cuando Él ejecuta la venganza, Él no se ensaña, sino que procede en Su Justa Medida, tanto con el inocente como con el culpable. Como seres humanos debemos reconocer nuestra condición, la tendencia a dejarnos guiar por nuestras pasiones, corazón, motivaciones internas, prejuicios, entre otros, lo que tuerce la impartición de justicia si estamos lejos de Dios.
Le hablamos a la nación para que no caiga otra vez en este círculo, que lleva a la perpetuación de la violencia. Le recordamos que es un territorio donde Dios ya ha dicho que sus fuentes son la Justicia y la Paz, según el orden del sacerdocio Melquisedec, y por eso no aceptamos que, en el afán de buscar respuestas o soluciones inmediatas, se abra la oportunidad para ir en contra de lo que Dios ya ha hablado sobre la nación.
Isaías 59:17-18 (BTX IV) Se vistió con la coraza de justicia, Y con yelmo de salvación en su cabeza; Se vistió con vestiduras de venganza, Y se cubrió de celo como de un manto. Conforme a las acciones, así recompensará: Ira a sus enemigos, Represalia a sus adversarios; A tierras lejanas su retribución.
Jeremías 11:20 (BTX IV) Pero Tú, ¡oh YHVH Sebaot! juzgas con justicia y escudriñas los riñones y el corazón: Vea yo tu venganza sobre ellos, porque ante ti expongo mi causa. Tú, oh YHVH, me examinas y me conoces, tú me has visto y has probado mi corazón para contigo ¡Conságralos para el día del degüello!
Romanos 12:19 (BTX IV) No vengándoos vosotros mismos, amados, sino dejad lugar a la ira, porque está escrito: Mía es la venganza, Yo pagaré, dice el Señor.
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Iglesia Cristiana en Barranquilla, Casa de Fe y Obediencia.