Boletín de intercesión Mayo 13

En el Nombre de Jesucristo proclamamos a la iglesia, la casa de Leví que ha sido engendrada por medio de la palabra de Verdad y la genética de Aquel quien es la Verdad está en ella, por tanto la iglesia se limpia en arrepentimiento de los argumentos que por el espíritu de engaño ha venido a contaminarla. Como iglesia nos despojamos de la antigua manera de vivir, del viejo hombre que está siendo destruido por los deseos del engaño, y nos renovamos en el espíritu de la mente y nos vestimos el nuevo hombre, que fue creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad. Reconocemos e incorporamos en nosotros el mandamiento de Dios respecto a la manera de relacionarnos con nuestros hermanos y con el prójimo:

Romanos 12: 9-21 El amor sea sin hipocresía, aborreciendo lo malo allegaos a lo bueno; amándoos unos a otros con amor fraternal; en cuanto a honor, prefiriéndoos unos a otros; en lo que    requiere    diligencia, no perezosos; Fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; regocijándoos en la esperanza, sufridos en la tribulación, perseverando en la oración; contribuyendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis. Regocijarse con los que se regocijan, llorar con los que lloran; teniendo el mismo sentir los unos con los otros; no siendo altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra opinión; no paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres; si es posible, en lo que depende de vosotros, estando en paz con todos los hombres. No vengándoos vosotros mismos, amados, sino dejad lugar a la ira, porque está escrito: Mía es la venganza, Yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber; porque haciendo esto amontonarás ascuas sobre su cabeza. No seas vencido por lo malo, sino vence con el bien el mal.

Santiago 1:18-22 Según su voluntad, nos engendró con la palabra   de     la Verdad para que seamos primicias de sus criaturas. Sabed, mis amados hermanos: Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; porque la ira del hombre no da lugar a la justicia de DIOS. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, acoged con mansedumbre la Palabra implantada, que puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la Palabra, y no sólo oidores, engañándoos a vosotros mismos.

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Iglesia Cristiana en Barranquilla, Casa de Fe y Obediencia.